La competencia de la gestión de la información

Debo empezar diciendo que los alumnos a los que me voy a referir cursan ciclos de Formación Profesional de Informática. Con esta introducción se puede pensar que teniendo más de 16 años obligatoriamente (y en realidad más de 18 salvo raras excepciones) y estudiando Informática, deben poseer la competencia de gestión de la información, definida como «habilidad para reconocer una necesidad de información y la capacidad de identificar, localizar, evaluar, organizar, comunicar y utilizar la información de forma efectiva, tanto para la resolución de problemas como para el aprendizaje a lo largo de la vida» segun Joaquín Gairían del Departamento de Pedagogía Aplicada de la Universitat Autònoma de
Barcelona en el monográfico «Competencias para la gestión del conocimiento y el aprendizaje» disponible en http://didac.unizar.es/jlbernal/Asignaturas_sin_docencia/pdf/20_compaprend.pdf, dada por sus intereses, sus estudios y su madurez.

En la práctica no es así en absoluto. Cuando se les pide que busquen información para un determinado trabajo lo habitual es recibir trabajos que coinciden palabra a palabra con alguna fuente de Internet, y peor aún, que no está contrastada ni respaldada en modo alguno. A este respecto sospecho que la búsqueda consiste en poner el enunciado del trabajo en Google y acaso leer las tres primeras entradas y seleccionar aquella cuyos primeros párrafos parezcan más prometedores.

Una solución habitual es proponer junto al trabajo una lista de fuentes fiables, pero esto solo te asegura que lo que lean sea relevante. No fomenta el desarrollo de la competencia de gestión de la información, es un parche temporal. Y nuestra labor como docentes debe incluir de forma transversal este aspecto. Intento buscar el paralelismo con la lectoescritura. En secundaria pones un examen o un ejercicio y esperas que todo el mundo lea y escriba correctamente. Aún así corrijes faltas de ortografía, valoras la organización y la corrección en la expresión de tus alumnos, y no es excusa un «No entendí el enunciado» para una respuesta errónea, si acaso protestas en la sala de profesores: «Me llegan sin saber leer…». Da igual que seas el profesor de Lengua o el de Matemáticas. Pero lo cierto es que ante una tilde mal colocada no te paras en mitad de una clase de biología a explicar cuando las palabras agudas llevan tilde.

Todo esto me hace pensar en dos aspectos.
En primer lugar, ¿tienen los docentes esta competencia de gestión de la información? No pregunto si deberíamos tenerla, sino si la tenemos. Los que estamos haciendo este curso confío en que vamos camino de tenerla, pero en general y por lo que observo, temo que la respuesta es no.
En segundo lugar, ¿quien, cuando y donde va a trabajar esta competencia con los alumnos?
En el documento «Competencias para la gestión del conocimiento y el aprendizaje» anteriormente citado se menciona su caracter transversal, y se compara con las habilidades alfabéticas. Así pues entiendo que se va a trabajar un poquito en una clase, y otro poquito en otra, y no sería mala solución si todos los docentes tuviéramos esta competencia o en alguna reunión se acordara los momentos en los que trabajarla. Pero a día de hoy creo que depende de la suerte, de a quién le toque impartir cada materia y cómo decida abordarla. Y me pregunto, si no somos nosotros quienes les enseñamos a buscar fuentes de calidad, a contrastar lo que leen, a seleccionar a quien siguen… ¿quien va a hacerlo?

En cuanto a herramientas para mejorar la gestión de la información y como las utilizaría en clase.

En primer lugar me planteo utilizar Diigo. Algunas de estas ideas se inspiran en otras encontradas en «Maneras de trabajar con Diigo en clase» disponible en http://juandomingofarnos.wordpress.com/2011/02/27/maneras-de-trabajar-con-diigo-en-el-aula/
1) Utilizar Diigo en el aula para que los alumnos tengan acceso a sus marcadores del mismo modo en su casa que en cualquier equipo del centro.
2) Utilizar listas de Diigo compartidas por el grupo de alumnos para construir listas de sitios que aportan información de calidad a la materia trabajada
3) Utilizar las anotaciones y post-it de Diigo para valorar de forma colaborativa la calidad de los sitios agregados por los alumnos

Mi siguiente herramienta no es tecnológica, pero creo que puede crear una «rutina de pensamiento» en los alumnos que les facilite la búsqueda y gestión de información. La descripción completa está disponible en http://www.uoc.edu/web/esp/art/uoc/0109037/fuentes.html.
Se propone una estrategia de búsquedas de información. De forma muy resumida consistiría en
– antes de la búsqueda plantear su planificación, supervisión y valoración
– después de la búsqueda se aporta una plantilla con criterios para seleccionar la información

Lo que haría sería plantear este método como rutina para todos los trabajos de investigación en la red, pediría a mis alumnos que junto el trabajo me entregaran las plantillas conteniendo la planificación, supervisión y valoración de la búsqueda, y luego que criterios han utilizado para seleccionar la información presentada en base a las plantillas propuestas en el artículo citado.

Acerca de

Soy profesora de secundaria de la especialidad de Informática. Después de siete años dando clase en ciclos de FP de Informática, desde hace dos años soy asesora del ámbito científico tecnológico en el CFIE de Benavente.

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